martes, abril 18, 2006

Capítulo 52: El regreso del padre pródigo

Nalva se vá encima de Viriato, llena de deseo, ignorando a todos. Leandro va
encima de ella, pero es detenido. Nalva se le declara a Viriato. Maria do Carmo
pone fin a la conducta de la nuera. Nalva vuelve en sí, llora y pide para ir a
casa. Leandro le dice que ella ya no tiene casa, le da un empujón y sale
corriendo. Maria do Carmo impide que Viriato vaya a conversar con Leandro.
Giovanni finaliza la fiesta. Nazaré intenta empujar a Cláudia escalera abajo,
pero ve la imagen de José Carlos caído en el suelo. Nazaré le dice a la
hijastra que no consigue olvidar al marido y que ella debe quedarse en la casa,
cumpliendo la voluntad de su padre. Maria Eduarda se marcha en taxi sin oír más
explicaciones de Viriato. Viviane manda a Josivaldo esperar frente a la casa de
Maria do Carmo. Leandro se cae de rodillas en medio de la calle, en un llanto
desesperado. Reginaldo y Plínio lo llevan a casa. Gisela sorprende a Maria
Eduarda cuando llega, pero ella miente. Edgard mira la casa de Isabel. Alberto
observa a su rival. Josivaldo quiere volver al hotel, pero Venâncio aguarda la
orden de Reginaldo. Leandro manda a Nalva recoger sus cosas y desaparecer.
Viriato pide para interceder. Nalva dice que se enamoró de Viriato el día de su
matrimonio. Maria do Carmo intenta consolar a Leandro. Leandro dice que todo en
su vida da errado desde que él entregó a su hermana a la secuestradora.
Sebastião le dice a J a n i c e que ella y sus hijas le están escondiendo algo.
Nalva arregla sus maletas. Cláudia se queda celosa cuando Isabel habla de
Alberto. Josivaldo se siente mal, pero Reginaldo lo obliga a entrar. Todos se
quedan pasmados con la entrada de Josivaldo. Maria do Carmo le dice a sus hijos
que él es el padre que los abandonó y se siente mal. Dirceu llega en ese
momento y la apoya.

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